martes, marzo 13, 2007

EL MARADONA TURCO SÓLO TIENE DIEZ AÑOS Y ESTÁ A LAS PUERTAS DEL BARÇA

Si digo Yavru Kartal Muhammed o Muhammed Demirci supongo que no le sonará a nadie de nada. Si hablo de un niño de diez años que está a un paso de formalizar su fichaje por el Barcelona, quizá pueda chocar, pero es algo que pasa habitualmente. Si un futbolista de corta edad y con potencial gusta en Can Barça, ese futbolista, esté en el lugar del mundo en el que esté, se lo traen a la Masia y los forman.

Es algo polémico porque condicionan la vida de un niño y no sólo de él sino de su familia. Pero es algo que hacen otros grandes clubes. Y en el caso del Barcelona hay un factor más. Los responsables del club catalán hablan con los padres y les ofrecen no solamente una formación futbolística para su hijo, con el paraguas que todo un Barça supone, sino una formación integral. Es decir, si el chaval va a la Masia no sólo será bien alojado, bien alimentado y bien formado futbolísticamente, sino que va a estudiar, y eso es algo que da mucha seguridad a los padres. Además, esos padres podrán estar cerca de su hijo porque el Barça les ofrece trabajo.

Eso es lo que pasó con Messi, que con trece años tomó el avión de Argentina a España para jugar en el Barça. Creció bajo los auspicios de la Masia, con su propuesta de formación integral, y ahora es uno de los 'cracks' del fútbol mundial. Lógicamente hay muchos juguetes rotos, pero una formación integral es casi lo único que garantiza que, ante todo, el chaval crezca con un buena educación, que es lo más importante para él. Y si además despunta como futbolista, pues mejor que mejor. Es posiblemente lo que veremos en unos años con futuros cracks como Bojan, Dos Santos, Iago o Thiago.
La verdad es que desde este mediodía no hago más que ver vídeos de Muhammed Demirci y actualmente hay muy poca gente sobre la capa de la tierra que haga con un balón lo que hace este chaval. Pero, claro, estamos hablando de un chico en formación, que puede mejorar o empeorar, que puede ser un buena pieza para un equipo o un talento individual que mire solamente por si mismo, que puede crecer como un ser humano íntegro o como un perfecto egoísta... En fin, veremos. Yo dejo aquí algunos links.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué maravilla, y zurdo, como los que me gustan

Anónimo dijo...

¿Este asunto es algo polémico porque se condiciona la vida de un niño y no sólo la de él sino también la de su familia?
¿Eso lo dice usted que considera que el ejemplo de Patrick y Susan debe enseñarnos a todos y que el incesto debería ser legal puesto que es una forma más de pareja?
¿El incesto no es algo polémico que condicione las vidas de Erik, Sarah, Nancy y Sofía? ¿Recuerda? Son los hijos de Patrick y Susan.
Muhammed hará lo que mas le gusta (el balón forma parte de la infancia), será formado y tiene asegurado un gran porvenir junto a sus padres.
¿Qué les queda a Erik, Sarah, Nancy y Sofía además de sus malformaciones genéticas?
Les quedamos nosotros, que somos muy abiertos y opinamos desde la distancia, sin imaginar cómo son sus días y cómo serán en el futuro. A estos cuatro no nos los traeremos a Barcelona a darles un vida fantástica, una vida que sus padres condicionaron por defender su amor a cualquier precio.
Con balón o sin él, le deseo a Muhammed todo lo mejor de este mundo.

Anónimo dijo...

Aunque ambos quieren cambiar la ley para poder llevar una vida de pareja normal y han dado una fuerte lucha para romper con los prejuicios de sus amigos y familiares, la relación no ha sido maravillosa ciento por ciento. Para Susan ha sido difícil vivir sin su hermano-pololo al lado, pues ella no fue encarcelada por ser menor de edad y los tres primeros hijos de la pareja fueron entregados a orfanatos por el mismo motivo.

Por eso en sus momentos de soledad empezó a verse con Jurgen B. (49), un amigo del que terminó embarazándose de su quinto hijo, Sophira. Desde la cárcel Patrick se enteró de todo y enfureció. “Susan debe decidir entre yo y nuestros niños o su amigo”, le gritó a su abogado en la prisión de Plauen, donde purgaba su condena y, en las noches, miraba las fotos de sus hijos que guardaba al lado de la cama.

Ese desaguisado, en todo caso, quedó atrás. Susan dejó a Jurgen y después de un año de abandono, partió a ver a Patrick a la cárcel. “No puedo vivir sin él”, declaró a los medios entonces, mientras su hermano decía que la perdonaba y que estaría “siempre con Susan”.

Ahora que luchan por legalizar su relación de pareja y preparan su defensa ante el Tribunal Constitucional, reafirman sus convicciones: “Queremos seguir juntos, con nuestros hijos”.


¡¡¡Que amor mas bonito y mas verdadero!!!